El Caviar del Guadalquivir
La construcción de la Presa de Alcalá del Río puso fin a una historia que se pierde en la noche de los tiempos: la pesca del esturión en el Guadalquivir. Hasta tal punto fue importante esta industria, que en la Antigüedad, las monedas de Coria del Río llevaban un pez de esta especie como símbolo máximo de su riqueza pesquera.
Uno de los acontecimientos fundamentales para la vida del esturión en el Guadalquivir -que remontaba para completar su ciclo reproductivo- […] fue la presa de Alcalá del Río, iniciada en 1931. Al cerrarse el paso natural del río, cambió por completo su estado hidrobiológico. Los sollos se concentraban ante las compuertas de hormigón en su intento por remontar la corriente, lo que propició que pescadores de las poblaciones cercanas aprovechasen este filón en las inmediaciones de la presa para mejorar sus pobres ingresos económicos de posguerra.
De los peces con más aceptación entre los capturados, están prácticamente extinguidas dos especies -esturiones y sábalos-, probablemente por desconocimiento de los factores biológicos de los arquitectos que diseñaron la presa.
(Fuente: El Diario de Sevilla)
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